lunes, 21 de abril de 2014

Santas insumisas

Adiós a la Semana Santa, unos días llenos de intensa actividad litúrgica para algunxs, de vacaciones para lxs estudiantes, de playa incluso para lxs más afortunadxs. Nosotras nos hemos quedado currando, aunque también nos hemos dado algún paseíto con nuestra escóbula, concretamente por el siglo II, para traeros una historieta curiosa: la de Santa Tecla!!






Probablemente alguna vez la habréis oído nombrar, por ser la patrona de Tarragona, o si tenéis amigxs informáticxs!! Yo he conjurado a los apóstoles y me han contado una cuantas cosillas...

Con el hallazgo de nuevos evangelios apócrifos en el sigo XX, nos encontramos con una imagen del cristianismo que nos presenta divergencias en su doctrina. Un cristianismo plural, con diferentes corrientes que crean división y rivalidad evangelizadora. Éstos textos son repudiados por el canon, intentando mantener la visión de unidad del cristianismo desde el principio de lo tiempos.

Tal es el caso de los “Hechos de Pablo y Tecla” (entre otros), documentos que nos hablan de un movimiento muy extendido desde Siria, a Palestina y Egipto en el año 170 DC, y en los que aparece junto al apóstol San Pablo, la imagen femenina de Santa Tecla, quién es nombrada en numerosos textos con la misma importancia incluso que la Virgen María, y que sin embargo quedaron fuera del Nuevo Testamento ¿Y ésto por qué? El motivo principal dicen que que es que promovieron juntos el ascetismo y celibato absoluto, pero vamos a revisar los Hechos...

Cuentan los textos que cuando San Pablo llegó a Iconio en misión evangelizadora, una tal Tecla, fue arrastrada por el mensaje que éste predicaba:

Mientras Pablo hablaba en medio de la asamblea, una cierta Tecla, virgen y prometida a un varón por nombre Támiris, estaba sentada muy cerca de la ventana de la casa, y escuchaba noche y día el discurso de Pablo sobre la pureza, la fe en Cristo y la oración. No se movía de la ventana sino que llena de alegría, se sintió arrastrada a la fe.” (PabTec. 7).

Arrastrada por la fe como dice, Tecla decide seguir a San Pablo y rompe con su prometido Támiris, que enojado, la lleva ante el gobernador, quién dictamina que ha quebrantado la ley y la condena a morir quemada en la hoguera. (¿Morir en la hoguera? Me suena de algo...)

Muera pues quemada para sembrar el temor entre las mujeres adoctrinadas por ése hombre”

Pero bueno, y San Pablo? Se va de rositas? En fin...

Es entones cuánto ocurre el primer milagro de Santa Tecla: Cuando está a punto de morir quemada, se desata una fuerte tormenta que apaga las llamas. Tecla consigue escapar y marcha con San Pablo en misión evangelizadora a Siria.

Es allí dónde se sucede el segundo incidente. Un hombre rico y poderoso se enamora de Tecla e intenta abusar de ella. Ésta se defiende y le rechaza, dicen los textos dejándole en ridículo públicamente” (qué atrevimiento!) por lo que es nuevamente condenada a muerte, ésta vez en la arena del circo y frente a los leones. Pero... ¿qué ocurrió entonces? La multitud pagana allí concentrada y acostumbrada a azuzar a las fieras contra los cristianos, queda dividida en ésta fiesta, enfrentando a mujeres y hombres: Las paganas se posicionan a favor de Tecla. Pero no acaba aquí la cosa. Cuando lxs leonxs saltan a la arena, dos hembras se tumban a los pies de Tecla, protegiéndola del ataque del resto de las bestias. Las mujeres allí presentes celebran SU victoria a voz en grito, y Tecla consigue así el indulto.
Para rizar el rizo, nuestra protagonista realiza un último acto de fe: Ante la negación de San Pablo a su bautismo insinuando que no es digna, Tecla se lanza a un foso de agua con tiburones para bautizarse a si misma, con la aprobación de dios que envía un rayo que mata a las fieras. Menudo alegato feminista! Mujeres que se apoyan y luchan juntas! Incluso leonas! Y si no nos bautizan los hombres, nos bautizamos nosotras! No puede ser...

El protagonismo de los “Hechos de Pablo y Tecla” es para las mujeres, quedando San Pablo en un segundo plano. Tertuliano, padre de la Iglesia de la época, ya calificó de farsa éstos sucesos, que según él ofrecían una visión inadecuada de la mujer, y es que bautizar y predicar era y es una cuestión de hombres.
El papel de la mujer en la iglesia ha sido una fuente de polémica a lo largo de la historia, y aún lo es en nuestros días. Que una mujer actuara por sí misma sin necesidad de la aprobación o permiso de los hombres, era algo que no se podían permitir. Y es que su prédica del celibato femenino fue algo que ponía en peligro el modelo patriarcal, porque las mujeres estaban sometidas a la autoridad del padre hasta casarse, dónde pasaban a ser sometidas por la autoridad del marido, pero las ascetas, al renunciar al sexo y el matrimonio dejaban de estar sujetas a la autoridad masculina. Miles fueron sus seguidoras, tantas, que la aristocracia romana, temiendo tener convertir a la comunidad pagana para poder permanecer con el control que la ciudad, se ve obligada a incluir leyes que promuevan la natalidad entre patricios, y condenan a San Pablo (y San Pedro) por atentar con la inviolable institución familiar romana.

Mientras tanto, cuenta la historia, que después de predicar durante años, Santa Tecla se recluyó en una cueva entregada a la oración y la penitencia, dónde atendía a quienes solicitaban su ayuda. Como suele pasar en éstos casos, se corrió la voz de que era una bruja que practicaba malas artes, y cierto día un grupo de hombres acudió hasta allí para matarla. Una vez dentro de la cueva dónde ella estaba escondida, ésta se vino abajo, aplastando a los agresores y matándola también a ella. Cuando sus fieles acudieron, sólo pudieron rescatar su brazo, que asomaba entre las rocas, y que hoy se conserva como reliquia.

Venerada como la primera mártir entre las mujeres, y considerada igual que los apóstoles, Santa Tecla queda excluida de la historia de la Iglesia, como otras tantas mujeres lo han sido de la historia de la humanidad; porque ellos son los que la escriben, los que canonizan y descanonizan a su antojo. Sólo es un ejemplo más, verídico o no, que reafirma la necesidad de la lucha feminista.

Si queréis conocer mejor ésta y otras lecturas declaradas heréticas, os recomendamos el documental “Censurado. Los secretos de los apóstoles”, en el que también tocan, por cierto, el tema de la homosexualidad.

Aradia




3 comentarios:

  1. Muy interesante el post, Brujas. ;), Y un poco en relación con todo este tinglao que tiene el catolicismo alrededor de la mujer, acabo de caer en la cuenta de que, en las localidades hay patron , el Cristo de tal o cual, y/o "patrona", la Virgen de lo que sea. Nunca me lo había planteado, es algo tan asimilado, verdad?, Decir Patrona de una localidad, cuando se podría decir Matrona.....que asco de institución misógina!

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  2. Está todo tan naturalizado que ni nos damos cuenta, pero el inconsciente si se da cuenta creo, ¿por qué llamaron "Matrix" a la peli? ¿por qué no "Patrix"? Salid de Patrix hermanxs! (Nolite)

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  3. Efectiviwonder!! Buenas propuestas para lanzar a la santa iglesia y la RAE!! Hace unos años El Concilio del Vaticano sacó a Santa Tecla del santoral romano, y si pudieran, a nosotras nos mandarían derechitas a la hoguera (Aradia)

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